Despierta Mexicano.

Jun 1, 2009

¿Por qué no hemos despertado?

No es difícil explicar el porqué de nuestra idiosincracia y cultura del mexicano común remontándose a la historia. México fué un país sometido desde la llegada de los españoles, y la constante en la Nueva España fué procurar que la población aprendiera a obedecer sin chistar. Para eso se utilizó la religión, las haciendas, los latifundistas etc…

Sobre nuestra independencia hay dudas, que si Hidalgo fué realmente tan importante, o incluso hay quien se atreve a decir que la consumación de esta fué llevada a cabo por la Iglesia Católica Mexicana que quería independizarse de España, porque Monteagudo y otros clérigos creían que la corriente liberal estaba empezando a dominar el país iberico, y para sostener el poder de la Iglesia era importante cortar los lazos que nos unían con la madre patria.

Si seguimos analizando la historia nos vamos dando cuenta de una cosa. Los mexicanos no hemos aprendido a ser independientes, y a diferencia de los países europeos los cuales fueron marcados por la revolución francesa y las ideas liberales que marcaron el fin del dominio de las monarquías e instituciones eclesiásticas, en México, tuvimos una revolución que no se terminó de consumar, y algo falló. Porque si bien parecía que se iba a lograr algo similar a lo que vivieron los Europeos con las ideas liberales de Francisco I. Madero, la Revolución Mexicana no cuajó, y esa rigidez y dominio sobre la sociedad siguió existiendo. Los revolucionarios se vanaglorarion de limitar a la Iglesia, pero se comportaron igual al crear un sistema autoritario que iba a desembocar en lo que ahora es el PRI.

Los de arriba fueron los que impulsaron el cambio. De hecho varios de nuestros «heroes revolucionarios» ya estaban bien parados en la política cuando Porfirio Díaz gobernaba. ¿Y el pueblo donde queda?. Excluyendo algunos movimientos como el de Emiliano Zapata por poner un ejemplo, podemos ver que la mayoría de nuestros derechos se impusieron de arriba a abajo. Con decir que algunos de las leyes laborales como el número de horas de trabajo y el salario mínimo nunca fueron peleados por el pueblo, sino que Plutarco Elías Calles en uno de sus viajes a Europa buscó analizar las ideas modernas de la entonces (y a mi criterio ahora también) región mas avanzada del planeta para aplicarlas en nuestro país.

Es mas, los sindicatos mas fuertes como la CTM fué creada «de arriba a abajo» y ha sido utilizada como mecanismo de control por el otrora partido reinante (PRI), por los gobiernos de la época. Es de llamar la atención porque en teoría un sindicato es para proteger a los de abajo de los de arriba.

¿Sigue dormido el mexicano?

El mexicano, como lo decía,  siempre estuvo acostumbrado históricamente a obedecer . Se revelaba siempre y cuando hubiera algún lider venido de arriba, pero no eran rebeliones surgidas desde abajo. El caso de 1968 es una de las pocas excepciones, pero después al venir la pérdida de credibilidad de los gobernantes, la inconformidad solo se tradujo en quejas en las comidas familiares, y frases como «así nos tocó vivir» o «son muy corruptos, pero ¿que les podemos hacer?».

Hoy todo mundo se queja de los problemas que acarrea el país. Crisis, inseguridad, pésimo nivel de educación. Son el platillo fuerte de cada comida diaria, pero ¿alguien hace algo?. Lo hacemos cuando los medios de comunicación nos dicen que nos vistamos de blanco, o muchos dicen hacerlo cuando asisten a las marchas de López Obrador. Pero simpre tiene que haber algún poder que dirija al rebaño: El gobierno, los medios de comunicación, políticos carismáticos.

Parece que hay signos de que la sociedad quiere despertar. Es cierto, son incipientes, pero ya son algo. Y creo que el hartazgo está empezando a crear la necesidad de hacer algo, de romper ese paradigma de la dominación: Lo vemos en la gente común que promueve la anulación del voto, que busca un México mas ecológico, que busca que se construyan líneas de metro para que la sociedad tenga un mejor sistema de transporte, que busca que revoquen el mandato al Gobernador de Jalisco Emilio González Marquez.

Creo que no hemos despertado, pero al menos los ojos del México dormido al menos empiezan a parpadear. Cuando abramos los ojos, entonces sí viviremos en un país democrático.