¿Para que sirvió la Revolución Mexicana?

Mar 1, 2009

En los libros de texto que entrega la señora Gordillo a las escuelas, en los mensajes gubernamentales y en todo el aparato de propaganda política, incluyendo las avenidas importantes, podemos notar algo. El mito de la gran Revolución Mexicana. Ese acontecimiento histórico que se ha idealizado (al igual que con sus heroes y también los de la Independencia) con el fin de que el mexicano se pueda sentir orgulloso de «algo»  y como una forma de cohesión social.

No es que quiera salir a hablar en favor de Porfirio Díaz, que si bien ayudó mucho al progreso de nuestro país, las condiciones en los que lo hizo (dictadura, represión y sangre) dejan que desear. Pero creo (y aseguro) que la Revolución Mexicana nunca llegó a un fin, y quedó atorada a medias para convertirse en un mito, utilizado sobre todo por el PRI. Madero, el iniciador se puede decir que fué un buen personaje, pero le faltaron hue…, y todos los demás que vinieron, convirtieron la Revolución en una lucha de poderes. Zapata, Villa, Obregón, Carranza entre otros, que al principio pensaron en derrocar la insurgencia de Huerta, pero que al final terminaron matándose o dándose la espalda unos a otros.

No quiero decir que todo lo que aportó la Revolución fue negativa, solo recordemos las tiendas de raya en época de Porfirio y los abusos que sufrían los indígenas. Pero la Revolución mas que traer cambio y progreso, trajo corrupción, mañas, y parte de las bases de esa idiosincracia que no nos hemos podido quitar. La Revolución pasó de ser una idea liberal (Madero) a una mezcla de ideologías pseudosocialistas (criticadas hasta por la izquierda) únicas en México, porque mientras en el mundo, el debate ideológico comenzó sobre si la mejor vía era el capitalismo, el fascismo o el comunismo, México durante un tiempo (de la «consumación de la Revolución hasta hace unos años) pareció ser una mezcla peculiar de las tres: Capitalista cuando se trataba de empresarios ricos o hacendados, comunismo cuando se utilizaba a los sindicatos como la CTM o la SNTE para traer votos de las clases bajas, y fascismo cuando se reprimía a los movimientos como los del 68.

Pero curiosamente, el establishment priísta criticaba a los tres, reprimía movimientos comunistas, veían con malos ojos a los capitalistas que deseaban menos control gubernamental, e incluso presidentes como Echeverría llamaban «fascistas» a cualquier tipo de movimientos. Entonces, ¿en que creían ellos?, pues en la Revolución, en la cual era fácil creer, dadas sus contradicciones e inconsistencias ideológicas, lo cual les daba pie a hacer cualquier tipo de interpretaciones para quedarse con el poder.

Los «heroes» de la Revolución han sido mitificados, elevados a dioses o demonios, y no vistos como lo que fueron, humanos imperfectos, demasiado imperfectos. Los mas vivos triunfaron, los mas honestos o inteligentes (como Vasconcelos o incluso el mismo Madero), si bien aportaron algo positivo, fue lo menos, a comparación del preámbulo que sirvió este acontecimiento para la dictadura disfrazada que creó el PRI, llena de mañas y mentiras, que no solo no se ha podido erradicar, sino que su otrora oposición como el PAN, y claro, el PRD, les ha aprendido.

Creo que es hora de desmitificar a la Revolución y mostrarla tal cual es, un acontecimiento con resultados ambiguos y no como un punto de partida para el progreso, porque los pocos avances sociales que se lograron con este movimiento, el PRI se encargó de borrarlos en poco tiempo, aunque al mismo tiempo se encargó de colgarse de ellos para hacerse propaganda.