El año que se va.

Dic 27, 2008

Siempre he tenido la sensación de que la vida avanza cada vez mas rápido, y los años pareciera que fueran meses; los meses, semanas; y las semanas, días. En un parpadeo estamos en el 2008, y con esto se rebate la teoría que me contaron por ahí: «La vida se pasa mas rápido cuando no la vives». Bueno, pues este año la viví mucho, y aún así, se fué volando.

Aunque este año para mí fué de logros personales. Lamentablemente, para el mexicano común, parece que este no va a ser el mejor fin de año  Hoy el mexicano tiene miedo, está asustado; tiene miedo de ser asaltado, de ser secuestrado, de perder su casa, su empleo, todo. El mexicano no confía en su país, ni en sus instituciones. El hombre ni siquiera se puede refugiar en el futbol porque su selección está igual de mal, ni en la TV porque la programación es progresivamente peor; el hombre mexicano ha perdido cualquier mecanismo de defensa. No puede ni siquiera huír, porque en los otros países tampoco se hablan muy buenas noticias.

El miedo a todo hace que el mexicano común añore prácticas autoritarias de antaño, tanto en lo social como en lo económico. El mexicano que tanto creyó en el cambio está enojado porque no lo ha visto reflejado en su estilo de vida. Ahora ya no lo reprimen si alza la voz, pero ahora tiene que pagar para que esta sea escuchada, aunque puede celebrar la casual puerta que se le abre en el Internet (que en realidad no es producto de nuestros avances democráticos). El mexicano está desesperado porque aunque maneje por la derecha o «rebase por la izquierda»  a fin de cuentas parece que será en una única avenida que desemboca en el abismo.

¿Que pasará si esto se llegara a agravar?, no lo quiero pensar, pero algo podría estallar. Ojalá espero que el 2009 sea un mejor año para el país y para el mundo. Y no como todos los años, sean años a la «ahí se va»; o como decía Denisse Dresser; como el mediocre mexicano que dice «al menos no estamos tan jodidos como Haití», «al menos no tenemos la pobreza que tiene Malawi», «al menos no tenemos un gobierno tan represor como el de Corea del Norte».

Ojalá uno de los propósitos colectivos del 2009 sea replantear las bases de este país (que a fin de cuentas son el pueblo), y buscar cambiar todo aquello que no nos permite avanzar, y que, contrario a lo que mucho piensan, está mucho mas allá de cualquier ideología política, económica, étnica, o religiosa.